Motorola Atrix

Motorola Atrix

El interfaz Motoblur

Sobre el sistema operativo, Motorola ha instalado su interfaz de capa Motoblur. El primer cambio de los terminales con Motoiblur, para los que no lo conozcan, está en los botones físicos de la parte inferior, que cambian el diseño de los iconos. Este aspecto sólo es molesto si vienes de un terminal Android convencional, ya que tendrás que acostumbrarte a la nueva disposición.
Motorola Atrix
En lo que a menús se refiere, Motoblur no se diferencia mucho del Android convencional. La disposición de los botones virtuales inferiores cambia, pero es cómoda. El Atrix cuenta con siete escritorios marcados por una curiosa retícula de puntos.
La mayor particularidad de Motoblur son sus widgets, un entorno parecido a los interfaces de capa de Sony o Samsung que sirven de agregadores para redes sociales, para las funciones de la cámara, o para ver la información meteorológica en pantalla.

Ya he comentado en más de una ocasión que no me gustan los maquillajes de Android. Salvo el eficaz HTC Sense, los demás equivalen a instalar una docena de programas para cambiar la estética de Windows. Quedan bonitos, pero empeoran el rendimiento sobre el sistema operativo tal cual llega de fábrica. El Atrix no se salva de este defecto.

En este caso, los widgets de Motorola adolecen del mismo problema que los de Samsung: son más o menos prácticos para un usuario convencional, pero a poco que necesites más opciones en, por ejemplo, Twitter o Facebook, es mejor instalar aplicaciones de terceros más robustas y, sobre todo, más versátiles y que no consuman recursos continuamente.
Motorola Atrix
En líneas generales, el sistema operativo responde de manera rápida y ágil, pero sí que hemos detectado algunas lagunas en momentos específicos. A igualdad de hardware y sistema operativo con otros doble núcleo, sólo nos queda pensar que estos pequeños atragantamientos son cosa de Motoblur.

Rendimiento y sonido

Equipado con un Procesador Nvidia Tegra 2 de doble núcleo sobre la plataforma ARM Cortex A9, nada menos que 1GB de memoria RAM y 16MB para almacenamiento apoyados en tarjetas MicroSD de hsta 32GB, el Atrix tiene lo que hay que tener para entrar en el selecto club de los superphones.
Aunque el terminal se ha portado valientemente en los test de rendimiento general, si que hay que decir que sus puntuaciones quedan lejos de las de móviles más recientes. En, por ejemplo, el benchmark Quadrant, que mide el rendimiento general del equipo, el Atrix ha conseguido una puntuación global de 2523 bastante alejada de los 3381 de, por ejemplo el Samsung Galaxy S II. Lo mismo ocurre en el LinPack, con 38.193 frente a 47.257 del SII.
Motorola Atrix
Motorola se comporta sutilmente por debajo de otros doble núcleo, pero también cuenta con encantos que otros terminales no tienen, lo que lo equilibra bastante de cara a darle una nota final.
El sonido del terminal es excelente, tanto en volumen general de audio como en la claridad de reproducción o de conversación en llamas. No será la primera vez que vemos un supermóvil con un sonido mediocre en comparación con el resto de especificaciones y el Atrix no es de esos.

Resolución versus potencia

Las pruebas con el apartado gráfico del Atrix comienzan con el veterano Benchmark Neocore de Qualcomm que mide el rendimiento de la plataforma OpenGL Es 1.1. En este test, la puntuación del Atrix ha sido de 54.2, lo que la deja por debajo del Samsung Galaxy S II (59.8) y más por debajo todavía respecto al LG Optimus 2X (77.2).
Motorola Atrix
En realidad, hay que matizar esa puntuación, ya que el Atrix tiene mayor resolución de pantalla (recordemos los 960 × 540 píxeles que comentábamos en anteriores entregas), lo que también hace que a la GPU le cueste más mover los gráficos. De hecho, el benchmark NenaMark que mide OpenGL ES 2.0 eleva un poco la puntuación del Atrix con 42.9 Fps de media.
Independientemente de los test que le hagamos, el Atrix se comporta bien en lo que videojuegos se refiere, al menos casi tan bien como lo hacen el resto de móviles de doble núcleo. La única excepción a esto es el LG Optimus 2X, cuya arquitectura de doble memoria y doble canal parecen haberle dado una buena ventaja sobre la competencia, al menos en lo que a procesado gráfico se refiere.

Científicos de Stanford crean baterías transparentes porque 'quieren un iPhone transparente'

Baterías transparentes
Quiero hablar con Steve Jobs sobre nuestras baterías porque quiero un iPhone transparente’. Con esta frase bromea Yi Cui, profesor de ingeniería de materiales del laboratorio de fotónica de la Universidad de Stanford cuando le preguntan por qué a él y a su colega Yuan Yang les dió por intentar crear una batería transparente.

Esta estrafalaria creación, que ha sido dada a conocer hace unos días en una publicación de la prestigiosa universidad, consiste en una batería completamente funcional, pero que deja pasar un 62% de luz a través de su estructura (lo que más bien la calificaría como translúcida, no transparente) y, además, es flexible.


La motivación de ambos científicos es poco habitual. ‘Podemos hacer una batería más potente’ Asegura Cui, ‘pero además queríamos hacerla más estética’. A esta peculiar declaración de intenciones, el científico añade que ‘Por otra parte, el hecho de que sea transparente nos permite estudiar mejor los procesos que tienen lugar en su interior’.

Sea por el motivo que sea, el caso es que el invento no está precisamente falto de desarrollo. El equipo liderado por Cui ha tenido que sustituir prácticamente todos los materiales de una batería convencional. El núcleo de estas extrañas baterías está compuesto por dos rejillas de un material llamado Polidimetilxilosano utilizado en cirugía plástica y lentes de contacto, que después ha sido recubierto de partículas microscópicas de metal para hacerlo conductor.

  

La clave del asunto es que, según Cui, el ojo humano ya no es capaz de distinguir partículas por debajo de los 50 micrones lo que, a todos los efectos, es como si fueran transparentes siempre que estén correctamente alineadas. Así pues, los filamentos de las rejillas de Polidimetilxilosano miden sólo 35 micrones. Después, la estructura es sumergida en un gel transparente que hace las veces de electrolito y encapsulado en una cubierta transparente.
A medida que se añaden capas de esta estructura, se puede aumentar la potencia de las baterías a costa de una leve pérdida de transparencia. La buena noticia es que es la batería transparente de Cui y Yang es completamente funcional y su coste de producción es el mismo que el de una batería de Ion-Litio convencional. La mala noticia es que, en el mismo tamaño, su potencia es menor (equivalente a una batería de Niquel-Cadmio). Cui se muestra optimista sobre el futuro desarrollo de estas baterías. Lo que ya no sabemos es si el señor Jobs compartirá su entusiasmo.

Cortesía de: www.xataka.com


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